lunes, 29 de abril de 2013

 Junto a Alejandra Nogueira
María Carbó, Alejandra Nogueira, Victoria Carbó

LINCOLN

El sábado 27,  en el Colegio Universitario Lincoln (CUL), de esa ciudad, en la provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo una charla sobre nuestro libro En distintas direcciones.
Queremos agradecer profundamente a la gente del Colegio: Gerardo González, Director del CUL, coordinador general y presentador del evento; y a Alejandra Nogueira, profesora de lengua y literatura, quien tuvo a cargo la conducción y la lectura de los textos.
En entradas posteriores, iremos subiendo fotos y material sobre el evento.

¡GRACIAS LINCOLN por la cálida acogida!



Escuchando las palabras de cierre de Gerardo González. Claudia, María e Isabel. Nos faltó Gabriela, ausente con aviso, a quien extrañamos muchísimo

domingo, 28 de octubre de 2012

ALGUNAS IMÁGENES DEL ENCUENTRO









En la librería "Tiempos de Papel" se realizó la presentación del libro "En distintas direcciones", con la presencia de las cuatro autoras junto a la profesora de literatura que motivó esta experiencia.

Raquel Barrios introdujo a los presentes en el proyecto del libro y dio luego paso a que las propias autoras hablaran de su experiencia. Con un buen marco de público, las autoras leyeron algunos fragmentos de los cuentos y dialogaron con el público que preguntó sobre diversos aspectos del proceso de escritura.

ESTUVIMOS Y NOS QUEDAMOS EN TIEMPO DE PAPEL - MERCEDES

 Sábado 27.
 Librería Tiempos de Papel, Mercedes.


viernes, 26 de octubre de 2012


                   27 octubre/ 28 de octubre

Actividades culturales


Actividades culturales SABADO 27:


11.30 hs. - Diálogo con las autoras del libro "En distintas direcciones", Tiempos de Papel, 27 entre 18 y 16. Actividad libre y gratuita.

martes, 29 de mayo de 2012

EN DISTINTAS DIRECCIONES se encuentra en la librería LIBROS DEL PASAJE, Thames 1762, en Palermo
www.librosdelpasaje.com.ar

Reseña en Revista El Arca N°66

En distintas direcciones
María Carbó, Isabel L. Cárdenas, Gabriela Cargnel, María C. Otsubo Editorial Simurg Buenos Aires, 2011.

 Este libro es el resultado del proyecto de cuatro autoras, que provienen de distintos ámbitos y confluyen en el hecho literario. María Carbó, cofundadora del recordado Centro de estudios antropológicos; Isabel Cárdenas, Doctora en Sociología; María Gabriela Cargnel, Teóloga, y María Claudia Otsubo, asistente social y correctora literaria; todas con trabajos previos publicados, se propusieron una experiencia que consideraron enriquecedora. El resultado es este libro, que reúne veinte cuentos que surgieron del desafío de encontrar palabras o frases, a partir de las cuales cada una redactaría una narración. En el prólogo, Raquel Barros subraya que los cinco títulos que componen el libro se enmarcan en un relato: el del encuentro entre las escritoras, en un clima de respeto, pero intenso, en el que primó la convicción de que, entre todas, se “estaba tramando” un “texto único”. Así, en el primer cuento, “Las tres de la mañana”, para Carbó es el momento de “la frenada de un auto en la avenida”; en Cárdenas, es el instante del sobresalto provocado por “la insistencia del teléfono que sonaba en sintonía con el reloj”; en Otsubo es la hora de una llamada que evoca recuerdos y un pedido de explicaciones, y en Cargnel, es la de un operativo antidrogas, en una noche de verano. En todos los relatos, las autoras despliegan un mundo, el de su propia experiencia literaria y cada una se expresa, a su manera, enfrentando la propuesta desde su singularidad.

Irene Chikiar Bauer - Revista El Arca/66
www.elarcaimpresa.com.ar

miércoles, 9 de mayo de 2012

ARTICULO SOBRE NUESTRO LIBRO EN REVISTA CRITERIO www.revistacriterio.com.ar


Revista Criterio

Cultura

Nº 2381 » Mayo 2012

Lecturas: Cruce de caminos

por Adur, Lucas · Comentar


Sobre En distintas direcciones de María Carbó, Isabel Cárdenas, Gabriela Cargnel y María Claudia Otsubo. Diversidad de voces, de escenarios, de climas, de estilos.En distintas direcciones es, sin lugar a dudas, un libro particular. Se trata del fruto de un proyecto de escritura colectiva llevado adelante por cuatro autoras, María Carbó, Isabel Cárdenas, Gabriela Cargnel y María Claudia Otsubo, bajo la supervisión de Raquel Barros. La dinámica de trabajo, descrita por Barros en el prólogo, tiene algo de juego y de experimento: el azar (que como dice Cortázar, no hay que buscar comprender) hacía surgir un título: una frase o palabra que se abría a múltiples posibilidades narrativas. A continuación cada una escribía un cuento breve que era luego leído y discutido por las otras y reescrito a partir del diálogo en común. El resultado final se nos presenta organizado en cinco secciones que recogen las variaciones ensayadas por cada autora a partir del título que funcionó como punto de partida común: “Las tres de la mañana”, “En tránsito”, “Ventana”, “Papeles” y “Los pies”.
De este modo las cuatro escritoras, cada una ya con un largo trayecto literario, han decidido cruzar sus caminos. El libro es el producto de esta encrucijada: un espacio que no pertenece propiamente a ninguno de los caminos y  que, a la vez, pertenece a todos, un espacio que contiene todos los rumbos posibles y que se abre en distintas direcciones. Y la riqueza de este cruce es justamente la diversidad, la rica pluralidad que encontramos en esta convergencia.
Una parte del atractivo del libro radica, sin duda, en descubrir los distintos rumbos en las que un mismo título ha disparado la imaginación de las escritoras. Hay algo de sorpresa en comprobar como, por ejemplo, los “Papeles” que dan título a una sección van mutando desde los que se amontonan en el escritorio de un periodista, a los viejos periódicos que cubren a una mendiga, a las hojas que contienen el diario íntimo de una viajera, e incluso se hacen metáfora de los distintos “papeles” que toca a cada uno jugar en la vida.
Se puede hablar entonces de la diversidad como un rasgo que caracteriza a este libro en varios sentidos. Por un lado, y esto es evidente, diversidad de voces. No sólo me refiero a las de las cuatro escritoras de carne y hueso sino las distintas voces en las que ellas se desdoblan para narrar: viajeras, locas, mendigas, ancianas temerosas, nostálgicas incurables, engañadoras y engañadas… Estas distintas voces pueden adquirir las modulaciones de la oralidad, permitiéndonos recuperar el primitivo y eterno placer de escuchar una historia o, en otras ocasiones, alcanzar un vuelo verdaderamente lírico. Las narradoras van tramando, con estas voces, una especie de sinfonía coral y es posible leer los textos que corresponden a cada sección-título como “variaciones” sobre un mismo tema, en el sentido musical del término, o como un cuarteto que ejecuta las distintas líneas melódicas de una partitura. Pero si quisiéramos llevar más adelante la metáfora musical, deberíamos decir que las instrumentistas no parecen tener empacho en intercambiar sus instrumentos. Sin perder sus propias identidades estilísticas, es notorio que el trabajo y la corrección conjuntas ha permeado la escritura de todas las autoras y podemos reencontrar algunas inflexiones de la voz de cada una en las otras. Un azar editorial o una cuidadosa decisión han determinado que, cuando se comienza a leer cada texto, no se sepa, en principio, quién es su autora. La ocasión puede ser propicia para olvidarse, al menos durante la lectura, de la individualidad, y recorrer las páginas tratando de escuchar la singularidad de cada relato. Diría incluso que si se lee atento a este trabajo con la voz, se puede llegar a sospechar que los cuentos no pueden haber sido escritos sólo por estas cuatro mujeres, a menos que se acepte que cada una está habitada por una multiplicidad de voces y que son muchas las máscaras que pueden elegir a la hora de contar una historia.
En distintas direcciones está construido también en una diversidad de escenarios. “En tránsito” se titula una parte del libro y, ciertamente, los relatos nos hacen viajar, no sólo recorrer la ciudad de Buenos Aires, sus calles, y sus bares, sino que también nos invitan a perdernos en la descripción de castillos franceses, capillitas del Norte y capitales europeas. Las descripciones son siempre precisas y poéticas y esto es muy meritorio en relatos breves. Muchos textos tienen una calidad sensorial, además de las historias, el lector se queda con impresiones muy vívidas: la asfixia de un cuarto sin ventanas, el calor de una noche húmeda a la intemperie, el barro entre los pies, y ese aire inconfundible de la hora de la siesta en un pueblito del interior.
Esta diversidad de voces y de escenarios confluyen en un aspecto que vuelve al libro muy difícil de clasificar: una notable diversidad de climas y estilos. Hay relatos donde la prosa se acerca a lo poético: meditaciones líricas sobre este “peregrinar por el barro” que es nuestra vida en este mundo o la narración de un sueño que va creciendo, avanzando sobre el mundo que lo rodea hasta llegar a transformar la realidad en una escena digna de las mejores páginas del realismo mágico. Hay otros que trabajan con una sensualidad sutil, como aquel que evoca los preliminares de un encuentro amoroso (clandestino) en un año nuevo en Brasil o el que hace que nos enamoremos de unos pies que bailan al ritmo del tango en una noche porteña… Tenemos también cuentos con tonos muy distintos, con un manejo de la tensión y el suspenso dignos de un buen thriller. En uno, una visitante misteriosa llega a una casa y entabla una relación con su anfitriona que va creciendo cada vez más en tensión hasta el sorprendente final; en otro, un grupo de hombres armados espera al borde del camino, un relato que podría haber escrito el Hemingway de Hombres sin mujeres. Para respirar, además de estos cuentos cargados de tensión, tenemos textos donde el clima es más ligero, casi de anécdota humorística, donde es notable el trabajo con la oralidad, como en ese viaje fallido que culmina con la firme decisión de no volver a pisar un país extranjero o la parabólica historia de Tobías, el peón de campo.
Para finalizar, quiero señalar una invitación que, creo yo, puede leerse desde el título. Si se piensa, como dicen, que el nombre de una obra funciona como una “instrucción de lectura”, es posible leer estos textos “en distintas direcciones”. Estamos ante un libro que invita a ser leído y releído para trazar lazos, construir distintos recorridos a partir de fragmentos, como si fuera un gran rompecabezas que puede armarse de distintas maneras. Cada relato aparece como una pieza de forma única, que está agrupada junto a otras piezas con un título común. Pero la obra también parece invitarnos a romper ese orden, a leer salteado, a buscar (o inventar) las continuidades secretas entre estos textos, imaginar por ejemplo que la mujer que recuerda haber sido infiel en una noche de fin de año es la que se despierta por la madrugada a llorar por una oportunidad perdida, o que la mendiga que se cubre con diarios viejos mientras murmura su eterno monólogo es quizás la misma que, noches después, duerme y sueña con cómo sus pies bailan hasta remontar vuelo. Dejo a cada lector la dichosa tarea de trazar sus propios recorridos por estos cuentos, pero los insto a acercarse a este libro para descubrir como una original y placentera experiencia de escritura se transmuta en una muy disfrutable experiencia de lectura.

miércoles, 29 de febrero de 2012

LA TAPA DE NUESTRO LIBRO

La búsqueda de una tapa para nuestro libro, que nos gustara a todas y que además nos representara, no fue tarea sencilla. Éramos cuatro para decidir y muchas las alternativas.
Sin embargo, fue cuando llegamos a la Galeria Niko Gulland y se produjo el encuentro con el cuadro de Héctor Medici: Seré mi sueño, que ya no dudamos.
Hoy, varios meses después, subimos al blog lo que él escribió en ocasión de la presentación de nuestro libro; y en relación a su cuadro y a los textos que inspiraron su obra.
Lo transcribimos desde un e-mail que envió, con la sencillez y generosidad que lo caracterizan.
Para compartir en profundidad esa íntima conexión de la pintura con la letra, del juego de texto y textura, como él mismo nos cuenta.
Para dejarnos entretejer por las palabras, esas que alguna vez se escribieron para ser luego poesía y más tarde un lienzo.
Para confesar que tal vez lo intuímos esa tarde cuando, como una página casual, nos fue revelado el primer encuentro.



22 de noviembre del 2011 - Para la tapa de En distintas direcciones




Envío el texto completo del poema de Borges y el fragmento de un diálogo del Amadís de Gaula ( libro de caballería de la Edad Media europea ).
En negrita están los dos fragmentos que transcribí en el cuadro.( No recuerdo si están completos).
El pedido de Maria Kodama era realizar una pintura con ese fragmento ( el del poema de Borges) .
"Texto" y "textura" provienen de una misma raíz etimológica , del latín textum que significa tejido. En el caso de "texto" sería "tejido de palabras".

                                                                                                                                 
Día tras día nuestras metas y sentidos imaginan los provisorios trazos 
con  los que dibujamos laconstelaciones nocturnas.
Una curiosa simetría enlaza las cosas y los oficios de vivir y de hacer arte.
Hector Medici


Ni siquiera soy polvo
No quiero ser quien soy. La avara suerte
me ha deparado el siglo diecisiete,
el polvo y la rutina de Castilla,
las cosas repetidas, la mañana
que, prometiendo el hoy, nos da la víspera,
la plática del cura y del barbero,
la soledad que va dejando el tiempo
y una vaga sobrina analfabeta.
Soy hombre entrado en años. Una página
casual me reveló no usadas voces
que me buscaban, Amadís y Urganda.
Vendí mis tierras y compré los libros
que historian cabalmente las empresas:
el Grial, que recogió la sangre humana
que el Hijo derramó para salvarnos,
el ídolo de oro de Mahoma,
los hierros, las almenas, las banderas
y las operaciones de la magia.
Cristianos caballeros recorrían
los reinos de la tierra, vindicando
el honor ultrajado o imponiendo
justicia con los filos de la espada.
Quiera Dios que un enviado restituya
a nuestro tiempo ese ejercicio noble.
Mis sueños lo divisan. Lo he sentido
a veces en mi triste carne célibe.
No sé aún su nombre. Yo, Quijano,
seré ese paladín. Seré mi sueño.
En esta vieja casa hay una adarga
antigua y una hoja de Toledo
y una lanza y los libros verdaderos
que a mi brazo prometen la victoria.
¿A mi brazo? Mi cara (que no he visto)
no proyecta una cara en el espejo.
Ni siquiera soy polvo. Soy un sueño
que entreteje en el sueño y la vigilia
mi hermano y padre, el capitán Cervantes,
que militó en los mares de Lepanto
y supo unos latines y algo de árabe...
Para que yo pueda soñar al otro
cuya verde memoria será parte
de los días del hombre, te suplico:
mi Dios, mi soñador, sigue soñándome.
              
Jorge Luis Borges
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EL DONCEL DEL MAR

-Así como quiero que Dios me salve, señora -dijo Gandales-, así yo os creo. Pero por Dios os pido que os acordéis del doncel (Amadís), que de todos está desamparado excepto de mí.
-No pienses en eso -dijo Urganda- que ese desamparo será amparo y reparo de muchos.Y yo lo amo más de lo que tú piensas.
Y así se separaron el uno de la otra.

Fragmento del libro de Amadís de Gaula. Dialogo entre el caballero Gandales, padre adoptivo de Amadís y la hechicera Urganda.

jueves, 26 de enero de 2012

No escribo por deseo, por costumbre, por voluntad, por oficio. He escrito para sobrevivir. He escrito porque es la única manera de hablar callándose.

                        Permanecemos en vela entre el placer y el deseo. Durante esa vela - que es un sueño diurno - escribimos. Buscamos palabras. Entretenemos la indigencia buscando palabras.
                                                                                                                                      Pascal Quignard

domingo, 18 de diciembre de 2011

Un cruce de caminos.

Texto de la presentación del libro por Lucas adur

En distintas direcciones es, sin lugar a dudas, un libro particular. Se trata del fruto de un proyecto de escritura colectiva llevado adelante por cuatro autoras, María Carbó, Isabel Cárdenas, Gabriela Cargnel y María Claudia Otsubo, bajo la supervisión de Raquel Barros. La dinámica de trabajo, descrita por Barros en el prólogo, tiene algo de juego y de experimento: el azar (que como dice Cortázar, no hay que buscar comprender) hacía surgir un título: una frase o palabra que se abría a múltiples posibilidades narrativas. A continuación cada una escribía un cuento breve que era luego leído y discutido por las otras y reescrito a partir del diálogo en común. El resultado final se nos presenta organizado en cinco secciones que recogen las variaciones ensayadas por cada autora a partir del título que funcionó como punto de partida común: “Las tres de la mañana”, “En tránsito”, “Ventana”, “Papeles” y “Los pies”.

(click abajo para seguir leyendo)

martes, 6 de diciembre de 2011

en imbassaí

Tomó vuelo para encontrar una nueva dirección y, finalmente, aterrizó aquí en Imbassaí, a unos 60 kilómetros de Bahía. Junto a la sorpresa de la visita no programada, llegó la de compartir la emoción todavía fresca de la presentación. Ahora queda la lectura y después los comentarios.
¡Qué suerte!, me dijo Agustina, cuando tuvo el libro entre las manos, se me había acabado Galeano que me traje de Buenos Aires. Ahora tengo para seguir leyendo.
Aquí quedan para eso nuestros relatos en tierras brasileras, para ser disfrutados.

jueves, 24 de noviembre de 2011

al finalizar un libro

Cuando un libro se termina, es decir: cuando ya ha pasado las pruebas de galeras, la aprobación de diseño de tapa, de contratapa, de letra impresa, de armado de secciones y títulos; cuando se termina el período de encuadernación y las cajas se completan con las pilas de ejemplares recién horneados, la sensación es que lo que tenemos entre manos es mucho más que todo eso.
Es el proceso que empieza frente a la hoja en blanco, cuando una imagen, una idea, algo guardado en la memoria se nos escapa entre los dedos y toma forma de palabra sobre el papel.
El proceso de la escritura, a diferencia de otras creaciones, es un proceso silencioso y dificil de compartir. No hay un tiempo, sino varios tiempos que conforman un único universo de encuentro entre esa pulsión por encontrar la melodía, ese justo encadenamiento de sonidos que permitan transmitir una historia, un diálogo, un paisaje, sensaciones, texturas...
Por eso, cuando un libro se termina, parece que fuera tan poco, porque la letra es solo el resultado de un espacio mucho mayor y prolongado entre el deseo y el trabajo ¿voluntario? de la mano.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Postales de la presentación

Algunas imágenes de la presentación en el Museo.
click sobre las imágenes para ver más grande

lunes, 21 de noviembre de 2011

de la palabra y del encuentro

Los textos ya están donde debían: en letra impresa, en el revés y derecho de cada hoja de los tantos libros que el viernes, por fin, llegaron a nuestras manos.
"Siento no haber sacado una foto en el patio de casa, con nuestros porteros y sus familiares que miraban, sin entender, los autos de Gaby y Claudia con el baúl y las puertas abiertas y ese triple abrazo con risas...", escribió María en nuestro acostumbrado correo circulante.
A mí, que me tocó traerlos desde la imprenta, la emoción me había invadido solo una hora antes. Al cargar las cajas y mandar los mensajes de "¡ya voy!, ¡ya los tengo! me acompañaba la alegría de un cierre de trabajo bien hecho, que se hizo evidente al llegar a lo de María.
Y mañana será una fiesta especial, para festejar este cierre de trabajo de escritura.
Un tiempo que sirvió para experimentar la riqueza del trabajo junto a y con otros.
Finalmente, no fue tan difícil porque siempre estuvo de por medio la admiración y el respeto de las otras palabras. No fue tan difícil porque había ganas, y cuando está el deseo todo lo demás se acomoda o se reubica. Finalmente, fue sencillo porque cuando sobre la mesa se desplegaban los papeles, perdían importancia los demás detalles, las cuestiones que se podían mejorar (y que se mejoraron y de buenas ganas se compartían), y tomaban fuerzas las voces, el sentido, la melodía.
Cuando eso ocurre es como escribimos, o nos dijimos alguna vez, el hallazgo de la palabra y del texto se convierte en una experiencia gozosa.
Y por eso la fiesta de mañana, para celebrar que esa experiencia a solas o junto a otros, es posible.

martes, 1 de noviembre de 2011

Presentación del Libro

La presentación de En distintas direcciones tendrá lugar el

22 de Noviembre de 2011
a las 19.30 hs

en el

Museo de Arte Hispanoamericano
Isaac Fernández Blanco


Suipacha 1422, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Un libro, un efecto coral

En distintas direcciones es el resultado de una idea y un proceso.

Una idea arrojada al azar reunió a cuatro escritoras en un proyecto común.

Una experiencia distinta. Y como resultado, un libro que reúne veinte cuentos que surgieron de este desafío: encontrar palabras o frases que fueran el punto de partida de textos ajenos a cualquier encasillamiento, en los que cada autora decidiera su manera particular de encarar las propuestas.

Los textos recorridos ponen de relieve uno de los aspectos más significativos del libro: el efecto coral que producen voces absolutamente distintas entre sí, pero que logran su sonido armónico en el conjunto.


Y que nos reiteran, anclándose en este presente, que no existen versiones únicas, sino formas singulares –siempre propias y diferentes– de considerar la realidad.

Proyecto y Dirección

En distintas direcciones es el resultado de una idea original de Raquel Barros.

Para este proyecto reunió a las cuatro autoras -a las que ha supervisado en sus proyectos particulares de narrativa- a fin de producir un texto diferente, en el que se conjugaran distintas voces en un texto único.

Durante 2010 y 2011 tuvo a su cargo la coordinación del proceso de escritura y edición.

Raquel Barros es Profesora en Letras y Especialista en Ciencias del Lenguaje.

Coordina talleres lectura y escritura.
Colabora en la revista Criterio, área Letras

Su principal área de interés es la narrativa, con especial atención a la producción de mujeres.